Pero cómo puede haber por el mundo gente tan ridícula...
Es como aquel que cogió un martillo para golpearse en la cabeza y encima le gustaba: "¡Jijiji, mira, estoy sangrando!"
Mira, por hacer algo.
Es como aquel que cogió un martillo para golpearse en la cabeza y encima le gustaba: "¡Jijiji, mira, estoy sangrando!"
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